Los moldes de cuatro estaciones constan de varias etapas como sigue:
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Etapa de formación: Esta es la etapa en la que se da la forma deseada a la lámina calentada en el horno, a través de varias etapas consecutivas de vacío y soplado, además de accionamientos mecánicos que empujan el material hacia la cavidad. El elemento más importante aquí es enfriarlo bien para que tome la forma deseada.
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Etapa de perforación: Esta es la etapa en la que el producto formado se perfora con alta precisión y en diversas formas, incluyendo formas circulares y ovaladas, y se crean huecos en el producto para mejorar la ventilación interna y permitir la salida de líquidos. El exceso de material resultante del proceso de perforación se pasa a través del cuerpo del molde hacia el exterior a través de canales con trayectorias despejadas.
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Etapa de corte: Esta es la etapa en la que el producto formado en la etapa de formación se corta a la forma deseada y al marco preciso para obtener un producto con forma y bordes claros. En esta técnica, se mantienen algunos nervios sin cortar para mantener el producto conectado a la lámina de plástico y facilitar su transición a la etapa de clasificación con una precisión extrema de hasta 0,5 mm.
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Etapa de clasificación: Esta es la etapa final en el molde donde los productos que vienen de la etapa de corte se apilan de varias maneras:
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1. Apilado hacia arriba.
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2. Apilado hacia abajo.
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3. Apilado utilizando robots, lo que facilita la obtención de conjuntos listos para el embalaje.
Los moldes de termoformado se distinguen por su capacidad para dar forma a láminas de plástico u orgánicas de forma rápida y eficiente, lo que los convierte en los más rápidos en dar forma a productos de embalaje.